Las hijas del paladin (Viaje del paladin a Galbadia part 3)

Génesis Asga Galbad, (la maga Carmesí).

Hace 22 años que naciste, Génesis, el tiempo te volvió bella, pero te has hecho tan distante para conmigo y otras personas… Desde que murió tu madre dejaste las artes de la magia blanca que tanto admirabas de ella y te has enfocado en el rojo y sus prestezas. Ya hasta tus cabellos negros se han tornado carmesís.

Te volviste muy sensible con los mas necesitados, pero le huyes al compromiso tanto familiar como personal, dices que no es epoca para tener una pareja, una epoca en la que uno no puede ser completamente feliz, seguro temes que pase una tragedia por que las has visto, has visto como dejan una herida tan grande que nunca cierra. Lo has visto en mi, tu padre.

Crees que la magia blanca no sirve de nada por sí sola, ya que no se pueden revivir a todos los muertos con ella y es necesario también poder proteger con fuerza a los débiles.

¿Algún día podre hacer que retomes la confianza en mí? A pesar que nunca me has dicho de frente que tuve la culpa de no poder proteger a tu madre, sé que dentro de tu corazón me guardas cierto resentimiento por no haber tenido la fuerza necesaria, en el momento indicado.

Algún día Génesis, algún día podre protegerte a ti y tu hermana de la maldad que todavía hay en Gradia…. 




Nayri Asga Galbad (La pequeña soledad)

Nayri, te vi por primera vez hace casi 17 años, tenías la sonrisa más hermosa que las Diosas me hayan dado el placer de ver. Pero desde lo de tu madre tu sonrisa se apagó para siempre, tenías solo 6 años y no te culpo, pero te hiciste tan fría, tan solitaria y en ocasiones tan agresiva; has tomado el habito arcano del negro y en tus ojos veo la furia que le tienes a los que más odias, como a mí, tu padre… el que sabes culpable de la muerte de tu bella madre, el debilucho que no pudo hacer nada para salvarla.

Como me duelen tus palabras, como me duele tu mirada triste, como me duele esa sonrisa que se fue. Parece que te has vuelto muy fuerte a pesar de ser tan joven, pero parece que eso no te anima o te hace feliz….

Tengo fe en verte sonreír de nuevo y que me perdones, algún día querida princesa mía, algún día.




Una vez hecha la visita con sus hijas, su fe renovada y un objetivo claro, el paladín parte hacia Minori para retomar su aventura, un viejo amigo de la guardia real le ha regalado una armadura dorada para su viaje…