CAPITULO II - LOS ALIADOS

Las horas pasaban en esa taberna remota de distinguido nombre ("El troll pisador"), mientras que los ahora ¿heroes? decidían acerca del destino de aquellos hombres y mujer encapuchados. El primero en tomar decisiones fue el alto caballero de la armadura oscura, quien propuso encerrarlos en un mausoleo, no era de extrañarse la creativa idea, ya que por sus venas parecia que corría un oscuro pasado.

Todos estuvieron de acuerdo, a excepción del gnomo y el caballero de aspecto divino, quienes no dijeron nada y decidieron irse a descansar a una posada cercana (la única de ese pobre pueblo).

Justo cuando se decidían a partir, entra una figura misteriosa a la taberna, un elfo de aspecto arcano, con ropas antiguas y una mirada intrigante y al mismo tiempo sabia. Interrumpe a los ya decididos con un discurso que sorprende a más de alguno y al escuchar acerca de la misión de estos aventureros, decide emprender campaña con ellos ofreciendo sus habilidades aún misteriosas al servicio del grupo.

El cantinero ya estaba desesperado, y más se molestó cuando el caballero oscuro le insinua si podía pasar la noche ahí el con los tunicas negras, terminando por correrlos a todos de la distinguida taberna. 

Antes de salir al cementerio, los más cansados buscaron una posada en el gran pueblo de apenas 6 casas, el bardo y el elfo misterioso junto con el mago oportuno fueron a la única posada del lugar, rentando una comoda habitación de 3 por 3 metros con dos sencillas pero comodas camas de paja. Para el misterioso elfo el que el bardo se durmiera y dejara de parlotear tanto ya era suficiente descanso, por lo que le sedió al mago su correspondiente cama y se mantuvo en meditación durante la noche en una silla. 

Por otro lado, el mercenario y caballero oscuro (los más ambiciosos hasta ahora), encontraron el cementerio y cargando los tres cuerpos (nada sospechoso para una noche en el panteón de un remoto lugar, muy común supongo) y justo en ese momento la asesina comenzó a despertar, por lo que solo dejaron al resto de asesinos en aquel sencillo mausoleo para intentar sacarle informacion a la ya despierta. Después de ser intimidada por el caballero oscuro estaba dispuesta a solar la sopa cuando una flecha atravesó su cerebro rapidamente, y aunque el mercenario y el caballero oscuro intentaron evitarlo no fue posible. Las flechas continuaron su camino desde el bosque, siendo una de ellas impactada sobre la pierna del caballero oscuro. El mercenario alcanza a distinguir la dirección del origen de las flechas y juntos proponen escabuñirse por un costado para sorprender a los misteriosos arqueros que seguían observandolos.

Sorprendidos se quedaron cuando el elfo misterioso aparece de repente y se une a este par para ayudarles a enfrentar a los atacantes, quienes son sorprendidos por la espalda en un duro combate. La batalla fue intensa, entre invocaciones de extrañas criaturas y auxilio de algunos animales del bosque. Tan fuerte estuvo el combate que casi pierde la vida el elfo, pero gracias al mercenario fue salavada su alma de la entrada al inframundo. Pasado un tiempo considerable, logran eliminar a dos de los atacantes y encontrar rendición en la sobrante: una semi-humana gato de ropajes sencillos quien se rehusaba a compartir el motivo de su ataque, después de ser intimidada por el oscuro caballero explica que el Abaromatra fue solicitado por alguien del Imperio a cambio de una fuerte suma, y que por motivos familiares el oro era muy importante para ella, Navy es su nombre.

Exhaustos por el combate decidieron ir a la posada a descansar, percatandose que los tunicas negras hombres ya no se encontraban en el mausoleo. ¿Extraño suceso y simple lógica? Quizá lo descubramos más adelante. 

Al dia siguiente nuestro joven Bardo salió temprano, ya que el si pudo descansar en la posada, a pesar de los ronquidos del mago que hacian temblar las paredes de aquel lugar. Durante su temprana caminata por el pueblo de 6 casas, alcanza a escuchar un grito desgarrador proveniente de un callejón oscuro, de forma sigilosa se acercó para investigar y lo que observó fue a una joven enana siendo apuntada con la espada de un adulto samurai, quien la amenazaba con seguridad. 

Imprudente y decidido, el joven Bardo entra a la escena con mucha gracia y buenos deseos, tratando de resolver el confuso asunto. El samurai le explica que la enana es una ladrona que le ha robado su caballo y 700 oros, la enana lo niega, aunque después de mirarla muy de cerca, el Bardo alcanza a comprender sus sentimientos y razones,por lo que decide ayudarla, tranquilizando al molesto samurai con un parloteo bastante elocuente (mareador).

La enana es perdonada y entregada al Bardo con el compromiso de que sea castigada en algún momento por su crimen. El Bardo decide adoptarla sin darse cuenta que con ella, una danzarina muy peculiar se encontraba.

Ya pasado el medio día, los cansados heroes que habían dormido 7 horas (toda la mañana) deciden continuar con la misión de encontrar al Dr. Cornelius, líder del joven mago Bel-Samaroth, pero para ello era necesario tomar una importante decisión. Dado que la única forma de llegar a la ciudad oculta era a través del anillo del mago, deciden escoltarlo por el Bosque del Carnero.

¿Lo lograrán? ¿Tendrá la fuerza y templanza para encontrar esa ciudad? ¿Qué pasará con el gnomo y el caballero divino? ¿La enana y la mujer gato compartirán esta misión? ¿El bardo dejará de parlotear tanto?

Todas estas cuestiones quizá sean respondidas en nuestro próximo capitulo...